Andrea escaló el Pico de Orizaba en una tormenta, 3 de sus amigos murieron y ella perdió los dedos de ambas manos
El 17 de febrero, un grupo de 12 alpinistas quedó atrapado en una intensa nevada mientras ascendían el Pico de Orizaba. Cuatro meses después del trágico incidente, Andrea Hernández, una de las sobrevivientes, comparte su desgarrador testimonio sobre lo ocurrido en el punto más alto de la montaña, donde tres de sus amigos perdieron la vida y ella sufrió graves congelaciones en sus manos.
Según el relato de Andrea, el viaje había sido planificado con meses de anticipación. A pesar de estar conscientes de una nevada, el grupo decidió continuar la expedición. “El viernes estuvo padrísima la expedición (…) todo realmente estuvo dentro del itinerario, hasta llegar al refugio Fausto González”, comentó Andrea en un video publicado en TikTok. Sin embargo, las desgracias comenzaron el sábado con una nevada inesperada que dividió al grupo y provocó la tragedia.
La Tormenta Mortal
La nevada, que inicialmente parecía manejable, se intensificó rápidamente mientras el grupo alcanzaba la cumbre. “Nos preparábamos para continuar, y en ese momento la tormenta se desató. Fue una tormenta que fue de menos a más; el aire era como un torbellino”, recordó Andrea. Ante las extremas condiciones climáticas, el grupo intentó resguardarse, pero el viento y la nieve los desorientaron y separaron.
La Lucha por la Supervivencia
Andrea relató cómo, al perder el equilibrio y enfrentar vientos de hasta 150 kilómetros por hora y una sensación térmica de menos de 40 grados, buscaron refugio detrás de una pequeña pared con sus sacos de dormir. “Nos resguardamos en una pared pequeñita y con los sleeping que llevábamos nos hicimos bolita. En ese momento todos estábamos rezando”, dijo.
Cuando la tormenta parecía calmarse, intentaron descender. “Nuestro amigo que fungía como guía dijo ‘ahorita muchachos hay que bajar'”, explicó Andrea. Sin embargo, durante el descenso, Andrea se separó del grupo, perdió sus guantes y quedó expuesta al frío extremo. “Giré al lado derecho, luego al izquierdo y ya no los vi; empecé a gritar y el viento y la tormenta se comían lo que yo estaba gritando”, rememoró.
Rescate y las Secuelas
Desesperada, Andrea cavó un hoyo detrás de una piedra para protegerse, pero sus manos ya estaban congeladas. A pesar de llamar al 911, no pudo enviar su ubicación exacta debido a la congelación de sus extremidades. “Mis ojos se dañaron con lo frío de la tormenta, mis manos ya se estaban congelando, mis pies también. Me llegó el cansancio y me quedé dormida. Amaneció y marqué al 911”, dijo.
Finalmente, Andrea fue rescatada por la Cruz Roja. Lamentablemente, sus manos estaban gravemente dañadas y los médicos tuvieron que amputarle los dedos. “En mi caso tuve lesiones en pies, córneas y brazos; perdí mis dedos, algunos doctores decían que iba a perder las manos y mis dedos de los pies (…) gracias a Dios se recataron mis pies y va la reconstrucción de mis manos”, detalló.
Un Final Trágico
Tres de los alpinistas del grupo fallecieron en la montaña. La tormenta los sorprendió con vientos violentos y temperaturas extremas, haciendo imposible su supervivencia. El relato de Andrea Hernández no solo revela la valentía y la lucha por la supervivencia, sino también el peligro inherente de la naturaleza y la necesidad de tomar precauciones extremas en expediciones de alto riesgo.